Fray Ovidio Rodríguez nació en Piñeres de Aller (Asturias), España, el 4 de marzo de 1930. Fue hijo de Juan Rodríguez y de Consolación Rodríguez. Hizo los estudios de primaria en la escuela municipal de su pueblo y los estudios de humanidades en los colegios de los dominicos de La Mejorada, Olmedo (Valladolid) y Santa María de Nieva (Segovia) durante los años 1942-1947.

En agosto de 1947 ingresó en el Noviciado y tomó el hábito dominicano en el convento de Santo Tomás de Ávila. Terminado el año de noviciado hizo la primera profesión temporal el 4 de agosto de 1948 en el mismo convento de Santo Tomás.

Cursó los Estudios Institucionales de Filosofía (1948-1951) y de Teología  (1951-1955) en el Estudio General de la Provincia en el Convento de Santo Tomás de Ávila. Recibió la ordenación sacerdotal el 5 de septiembre de 1954. Cursó estudios complementarios en Ciencias de la Educación mientras ejercía su trabajo parroquial y educacional en San Fernando de Apure (Venezuela) y obtuvo el  Licenciado en Educación en 1985.

Terminados los estudios institucionales, Fray Ovidio fue asignado en 1955 a los nuevos ministerios que la Provincia del Rosario había reabierto en Venezuela en 1951, siendo uno de los primeros misioneros dominicos de la misión de Venezuela que no habían misionado en China o en Vietnam.
Llegado a Venezuela, su primer destino fue el Estado de Apure y fue asignado a la casa-convento de San Fernando de Apure en 1956, donde misionó  durante treinta y dos años. Fue director del Colegio “San Juan de Letrán” durante los años 1956-1973, prior del convento de San Fernando de Apure en 1968-1971 y  vicario parroquial (1956-1988). 
 
Su segundo destino fue la casa de la Orden bajo el título de Santuario San Martín de Porres en la ciudad de Maracaibo (Estado Zulia), donde desarrolló su actividad apostólica en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán durante los años 1985-1988. En 1989 de Maracaibo  se movió la ciudad de Barquisimeto, Estado Lara, donde misionó en la Casa y Parroquia del Espíritu Santo (1988-1989) y fue al mismo tiempo profesor en el seminario diocesano y  promotor de la Legión de María.En 1990 voló a Caracas y fue asignado a la Casa de San José de la Florida y se desempeñó  como superior durante los años 1990-1995 y como síndico en 1996-1999. En 2001 se cerró temporalmente  la casa de San José y fue asignado a la Casa de San Martin (2002-2004).  En 2005 se reabrió la casa de San José y fue nombrado superior de la casa. En el año 2006 figura como  asignado a la casa de San Martín pero residiendo en la Casa de San José y ejerciendo de vicario parroquial en la Parroquia de Santa Rosa de Lima durante los años 2006-2009. En 2007 se cerró definitivamente la casa de San José  y los frailes pasaron a residir en la Casa de San Martín y Santa Rosa. Durante su estancia en Caracas fue capellán de la Guardia Nacional.

En el año 2010 fue asignado por segunda vez a la casa del Espíritu Santo de la Ciudad de Barquisimeto y fue vicario parroquial (2010-2015). Fray Ovidio fue un buen animador de la Legión de María y de los Cursillos de Cristiandad y fue asesor de los mismos en la Arquidiócesis de Barquisimeto.
Fray Ovidio fue un fraile de carácter abierto y jovial. Fue un gran trabajador y nunca se rindió. Los últimos años de su estancia en Venezuela pudieron más los achaques que su voluntad de hierro. En julio del año 2015 volvió a España para visitar médicos especialista y poder tener tratamientos adecuados para su deteriorada salud residiendo en el convento de Nuestra Señora del Rosario de Madrid. Finalmente  en el mes de abril de 2016 fue trasladado a la Residencia Asistida del Convento de Santo Tomás de Ávila donde falleció en la mañana del día 27 de abril de 2015.

En la tarde del día 28 de abril de 2016 se celebró la misa funeral en la iglesia parroquial del convento de Santo Tomás de Ávila.  El P. José  Parra, Vicario Regional, presidió la misa concelebrada  por  dieciocho sacerdotes dominicos, venidos de las casas de Madrid y Arcas Reales, además  de los miembros de la Comunidad de Ávila y varios Padres de la Enfermería. A continuación la comitiva partió para el Cementerio Municipal de Ávila donde Fray Ovidio fue enterrado en el panteón de los Padres Dominicos.  ¡DESCANSE EN PAZ!

[P. Emiliano Pérez]