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DATOS PARA LA MEMORIA HISTÓRICA DEL COLEGIO DE ARCAS REALES, Fr. Niceto Blázquez, OP
publicado el 05/09/2021 a las 18:18
En la “Relación del Provincialato 1951-1955”, el P. Silvestre Sancho, O.P., termina su informe oficial sobre su gestión como Prior Provincial durante su primer mandato con dos apéndices. El primero se refiere al colegio de Arcas Reales y el segundo al Teologado de Madrid S. Pedro Mártir (Alcobendas).
A continuación, reproduzco fielmente el texto completo del apéndice primero (A), y sólo parcialmente el apéndice segundo (B).
ESCUELA APOSTÓLICA DE VALLADOLID
1º- ¿Por qué ha sido construido?
En los dos últimos Capítulos Provinciales se ordenó la erección de UNA SOLA escuela apostólica en España que sustituyera las dos existentes: La Mejorada y Nieva. Las razones que movieron al Vble. Definitorio para dar esa orden no son de este lugar, ni tenemos por qué enjuiciarlas ahora. El hecho era que la orden estaba dada y teníamos que cumplirla, como hemos procurado cumplir otras que se dieron.
2º.- Lugar de la construcción:
En un principio pensamos agrandar el colegio apostólico de La Mejorada, tanto que hicimos un viaje exprofeso con el arquitecto Sr. Fisac para que se diera cuenta del terreno y de la posibilidad de hacer lo que queríamos. Hubiera sido desde luego algo más económico, pues ya teníamos allí construidos dos pabellones capaces de doscientos colegiales.
Esta idea nuestra no fue bien recibida por muchos Padres, que después de estudiar el asunto creyeron que era mejor la construcción de una nueva planta de un colegio en alguna ciudad de Castilla. La Mejorada resultaba muy lejos de los centros de comunicaciones; no había posibilidad de asistencia médica; había que llevar todo de Olmedo a mayor costo o de Medina etc.etc.
Encomendamos a los Padres Adelfo de Celis y Eutimio González, Procurador de Hong Kong y entonces en España, buscasen un sitio apropiado para la nueva colegiatura. Miraron en Burgos, en Palencia y en Valladolid. Todo bien considerado se decidieron por Valladolid, como más céntrica y con mejores condiciones.
Se miraron varias haciendas que estaban en venta. Yo mismo fui a verlas y por fin se decidió comprar la que actualmente tenemos. Fue el P. Eutimio quien más empeño tuvo en su compra. El precio convenido fue de 85. 000 pesetas por hectárea, viniendo a resultar poco más de los 4. 500.000 pesetas. Ese precio se aumentó después con la compra del chalet y de los animales y objetos de labranza, llegando casi a los 5 millones. La compra fue buena y no muy cara, dado el precio corriente en Valladolid.
3º.- Opinión de los PP. Profesores:
Antes de decidirnos a construir la colegiatura en Valladolid fuimos a visitar las casas de Nieva y de La Mejorada. Reunimos a todos los Padres de ambas casas por separado cada una y propusimos la conveniencia de edificar una nueva colegiatura y de edificarla en Valladolid. Con poquísimas excepciones, todos los Padres aceptaron el plan de construir en Valladolid. Hubo alguna oposición, pero una gran mayoría apoyó la idea de una nueva colegiatura en Valladolid.
4º.- Consejo de Provincia en España:
Celebramos consejo de provincia en España, según puede verse en el libro de actas del consejo de provincia y se aprobó por mayoría -no hubo unanimidad- seguir adelante con la construcción de la colegiatura en Valladolid.
Conclusión: No ha sido pues la construcción de Valladolid un capricho del P. Provincial. Ha sido una cosa hecha por orden del Capítulo con aprobación del consejo de Provincia por mayoría, después de haber consultado a los Padres tanto de La Mejorada como de Nieva, que, dieron su aprobación.
NOTA: El P. General Manuel Suárez (q.s.g.h.) tenía sumo empeño en que se construyera una nueva colegiatura, capaz para quinientos alumnos. Tanto que a nuestra provincia como a la de España, nos puso la obligación de admitir 150 colegiales cada año. Todo el mundo sabe cuál era su interés en promover vocaciones. Y en una ocasión llegó a decir: Si ustedes no hacen la nueva colegiatura, me veré obligado a hacerla yo a cuenta de ustedes.
II
1º. Planos de la colegiatura:
Conocíamos de mucho tiempo al Sr. Fisac, miembro de la institución “Opus Dei” de reciente fundación en España. Sabíamos que este señor arquitecto era el arquitecto oficial, que justamente con el Sr. Fernández Vallespín, también del Opus Dei, habían construido todos los edificios del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, entre ellos la iglesia del Espíritu Santo de dicho Consejo. El Sr. Vallespín se había ordenado de sacerdote, quedando al frente de su oficina de arquitecto el Sr. Fisac, que a la vez era arquitecto del Ministerio de Educación Nacional.
Dado el carácter de religioso, llamémoslo así, aunque el Opus Dei es Instituto secular, tenía yo suma confianza en el Sr. Fisac y estaba cierto de que lo haría lo mejor que pudiera y supiera, y sabía y podía mucho, como lo había demostrado en tantas obras. Por eso se le encargaron a él los planos. No creo que hoy por hoy se encuentre en España ningún arquitecto que pueda hacerlos mejor que el Sr. Fisac.
2º.- Compañía constructora:
El Sr. Fisac recomendó para llevar a cabo la construcción del edificio a la compañía “Edificios y Obras”, integrada por ingenieros y arquitectos del Opus Dei. No vimos en ellos ninguna inconveniencia, al contrario, lo creímos muy conveniente, ya que así podríamos tener más confianza de que no nos engañarían, dado su carácter de miembro del Opus Dei. Es una casa de sólido prestigio y cuyos miembros buscan más la santificación de sus almas que el provecho personal, aunque sin descuidar este último.
3º.- Otras compañías:
La adjudicación a “Edificios y Obras” no se hizo al tun tun, sino después de haber hecho una licitación por pliegos cerrados, a la cual concurrieron por lo menos cuatro grandes constructoras: Agromán, Colomina y Serrano, Huarte y Edificios y Obras. La que daba mejores condiciones de tiempo y costo fue Edificios y Obras y por eso fue escogida.
Conclusión: No se ha procedido a la ligera en la selección de arquitecto, entrega de planos a diversas casas constructoras de solvencia nacional y entrega a la que daba mejores condiciones.
Nota: El contrato de Edificios y Obras se firmó estando yo ausente de Madrid por P. Vicario Provincial Fr Eugenio Jordán. Ese contrato firmado se guarda en el Archivo de la Vicaría de España.
III
1º.- Construcción:
Se dio comienzo a la construcción de una parte del edificio: la mitad según se había pensado en los comienzos. Aquella primera parte del proyecto era de 16.000.000 de pesetas. Incluía el edificio de los mayores, el edificio de los Padres y de los servicios generales. Posteriormente se creyó conveniente llevar adelante todo el proyecto tal cual estaba en los primeros planos.
Hay que notar que en aquellos planos no entraban las fosas asépticas; los almacenes y los garajes; el tanque grande de agua; el cuarto de costura y algunas otras obras, que después se han realizado porque se ha visto su necesidad absoluta.
2º.- Encargado de la construcción:
Desde los primeros momentos de la construcción, comisionamos al P. Adelfo de Celis para que inspeccionara las obras y vigilara se cumplieran bien las especificaciones y que los materiales fueran de buena calidad. Nombramos al P. De Celis porque sabíamos que tenía mucha experiencia en construcción de obras durante sus años de misionero en Tonkín. Y él estuvo a lo largo de dos años que duró la construcción.
Nos consta que el P. Adelfo trabajó bien y cumplió bien su misión de inspeccionar y vigilar y él podrá testificar si los materiales fueron o no de primera calidad.
3º.- Dificultades:
Hubo que vencer muchas dificultades en la construcción. Hubo dos inviernos malísimos en los que apenas se podía trabajar. En Valladolid no se encontraban trabajadores especializados y hubo que llevarlos de Barcelona y otras partes. Los materiales de construcción no siempre se podían encontrar a tiempo, por las limitaciones del Gobierno; el Gobernador de Valladolid se incautó de todas las tejas de la provincia y hubo que ir a buscarla a Segovia etc. Fueron muchas y no pequeñas las dificultades que se encontraron.
4º.- Los materiales:
Tenemos, además del testimonio del Padre, el de algunos arquitectos que nos aseguraron en algunas ocasiones y después de haber examinado bien la obra, que los materiales eran los mejores que podían encontrarse en el mercado nacional.
Ciertamente que algunos han fallado: cerraduras y pestillos, principalmente. También parece han fallado algo las tejas, razón por la cual se encuentran algunas goteras, que están reparando. También falló lamentablemente la cocina y eso que se encargó a la mejor casa constructora de Bilbao.
Conclusión: Se puso todo el cuidado en la construcción, habiendo un Padre encargado de vigilar la construcción. Y nos consta que vigiló cuidadosamente.
Con objeto de evitar críticas, prohibimos a todos los religiosos fueran a ver las obras, con excepción de los superiores y aquellos a quienes se había encomendado algún trabajo. Más no se podía hacer.
IV
1º.- Presupuesto de la obra:
Se aprobó el primer presupuesto de toda la obra en consejo de Provincia cuando el P. Alfredo Prieto llegó a Manila. Se aprobaron 20 millones de pesetas. Posteriormente y cuando vino el arquitecto Sr. Fisac a Manila, se aprobaron cinco millones más o sea un total de 25 millones.
Posteriormente se aprobaron 2 millones para el edificio de las monjas y algunas otras cosas.
Para muebles se aprobó la cantidad mínima de 3. 000.000pts, que ha resultado inadecuada.
Posteriormente se aprobaron unos dos millones para diversos servicios: reforma de la cocina; ampliación del cuarto de costura; garaje y almacén; grupo electrógeno, tanque de agua (consejo de España 1955).
Para pagar las cargas sociales ha habido que aumentar cerca del millón de pesetas y casi otro millón para las fosas sépticas.
Ahora se está construyendo el salón de actos para el cual se aprobaron 3. 000.000pts.
2º.- Otros gastos:
También ha habido que aprobar en Consejo dinero para otros gastos. Cuadras y vaquerías-500.000pts.- Transformador: 75.000pts.; Camino: 47.000pts.; Organifón: 250.000pts.; y se han hecho otros muchos gastos. Ha habido que pagar una deuda contraída por el colegio en su funcionamiento del primer año de más de 500.000pts.
Se puede decir que el costo tal de la hacienda, puesta en marcha, con el colegio y todos los accesorios llegará a los 44.000.000pts. En muebles se han gastado cerca de los cinco millones.
3º.- Gastos de mueblaje:
Se ha gastado en muebles bastante más de lo presupuestado, primeramente. Se pensó en los comienzos comprar sólo unos doscientos pupitres y otras tantas camas, colchones, mantas etc., y por eso se hizo el presupuesto más bajo. Y es que entonces se pensó en llevar de La Mejorada y Nieva todo el material que allí había. Posteriormente se creyó conveniente continuar el un colegio como el otro: La Mejorada como escuela preparatoria y Nieva como colegio de huérfanos del ejército y, claro, que no es lo mismo comprar 500 camas que doscientas y así de lo demás.
4º.- Propiamente no son gastos, sino inversiones, que se han llevado más de un millón de pesetas. Tanto las vacas, como las gallinas y cerdos, dan un buen rendimiento. Este año las 26 vacas dan un promedio de 240 litros de leche, que a tres pesetas litro, representan 21.000pts al mes y 250.000pts al año. Las gallinas vienen dando 700 docenas de huevos al mes, que a 18 pts, docena son 12.000 pts mensuales y 150.000 al año, obteniéndose de los cerdos unos 10.000 kilos que a 20 pesetas representan unas 200.000 pesetas.
Quiere decir que solo la granja viene a dar las 600.000 pesetas, o sea, un rendimiento de cerca del ocho por ciento al capital, teniendo en cuenta los gastos, que vienen a ser unas 300.000 pesetas al año. Esto sin contar las hortalizas y la fruta.
Conclusión: En la construcción de Valladolid se ha procedido con todo cuidado en los gastos. Como en toda obra ha habido algo más de gastos de lo que se pensó en un principio. Esto pasa en todas las obras y más, de la envergadura y novedad de esa obra.
V
1º.- Opiniones sobre la obra:
En general todos los de fuera la admiran como una obra grandiosa y magníficamente hecha. Han pasado por ella y para verla y estudiarla centenares de arquitectos, tanto civiles como militares; eclesiásticos, jesuitas, mercedarios, rectores de seminarios, numerosos obispos y hasta un Cardenal -Tedeschini- que fue exprofeso a verla desde Santiago; arzobispos y toda clase de gentes. Tenemos el testimonio de muchos de ellos y todos sin excepción alaban la obra. Algunos, como el Sr. Nuncio de Su Santidad y el Obispo de Salamanca y el P. General de los Dominicos, han alabado mucho la colegiatura, pero han suspendido el juicio en lo que a la iglesia se refiere.
2º.- Anécdotas:
El Provincial de los jesuitas de Castilla occidental llegó hasta llevarse de muestra ladrillos usados en Valladolid para usarlos ellos en su Colegio Máximo de Villagarcía de Campos. Envió a un jesuita arquitecto para que estudiara los planos y llegó a pedir al arquitecto Sr. Fisac que le prestara los planos del colegio, cosa que este recusó.
El Cardenal Tedeschini vino exprofeso desde Santiago a ver la colegiatura cuando aún estaba en construcción y prometió volver más adelante. El P. General Suarez, entusiasta como ninguno de la nueva criatura le había hablado de ella en términos tales, que el cardenal se creyó en la obligación de ir a verla, quedando encantado y prometiendo volver.
El Provincial de la Romana, P. Bernini, hizo un viaje exprofeso desde Roma para ver la colegiatura de Valladolid, enviado por el P. Suarez, para que hiciera su colegiatura a modo de la nuestra. Todos los provinciales que vinieron a la sepultura del llorado P. Suarez, pasaron por Valladolid, quedando admirados, sobre todo el Provincial de Alemania y el del Ecuador. El Provincial de España y el de Bética me felicitaron varias veces, no tanto por lo que el edificio es en sí, como por lo que representa: la importancia que hay que dar a la formación de los aspirantes al santo hábito… Por allí han pasado los rectores de seminarios tan nuevos como el de Zaragoza, Valencia, Vitoria, Ávila, acabados de construir o aún en construcción y todos han alabado mucho la escuela apostólica.
Conclusión: No debe ser una obra tan mala cuando ha merecido de los técnicos y no técnicos tales alabanzas. Algo debe haber en ella que la salve e la execración con que ha sido condenada por algunos religiosos, que no son precisamente técnicos en la materia.
VI
1º. Deficiencias:
Indudablemente que como en todo edificio nuevo, este de Valladolid tiene sus deficiencias. No sería obra humana si no las tuviera.
Téngase en cuenta que es un tipo de edificación totalmente nuevo para nosotros y por tanto en el que tiene que haber defectos que experiencias posteriores harán que se eviten.
La situación de la cocina en relación con los comedores, por ejemplo, es un defecto y no pequeño. Pero es que no hay otro medio de construcción dado lo que allí queríamos. Tener prácticamente dos colegiaturas -pequeños y mayores- y una sola cocina, incluso para los PP. Ese defecto puede remediarse mediante los carritos que llevan la comida. Desgraciadamente en el primer año el tipo de carros falló y ahora se están ensayando otros.
Otro defecto fue la instalación de la cocina, que fue deficiente por pequeña y por no haber puesto desde el principio las marmitas que se encargaron. Había un Padre encargado de asesorar al arquitecto en estos menesteres. Pero la falta de experiencia y de no haber visto otros colegios que los nuestros anticuados y mal equipados generalmente, y por eso no creyeron fueran necesarias las marmitas. No hay culpa alguna en ello y sí sólo falta de experiencia. Lo mismo sucedió con los cacharros y utensilios de cocina.
Todo esto está hoy remediado y se han instalado tres marmitas con todo lo necesario.
Fallaron también los lavadores o fregaderos de platos que por ser demasiado defecto parece ser buenos y finos se rompían con facilidad.
Hoy todo está corregido y mejorado, aunque todo ello ha costado muy cerca del millón de pesetas, que de todos modos hubiéramos tenido que gastar anteriormente.
El principal defecto parece ser el de las goteras en la iglesia. Según los últimos informes, hay muchas goteras en el techo de la iglesia. Se debe sin duda a la deficiencia de las tejas, que hubo que traer de Segovia, por haberlas acaparado el Gobernador de Valladolid todas las de la Provincia.
Ciertamente que es un inconveniente, pero ya se está remediando y esperamos que antes de terminar el año está remediado a cuenta de la compañía constructora.
2º.- Los que se han quejado:
Desde luego, los que más se han quejado han sido algunos Padres ya conocidos de antiguo por su disconformidad en todo y con todos. Alguno de ellos por su edad y por su prestigio han hecho bastante mal, creando un ambiente de inquietud. En vez de ver las cosas buenas que tiene la casa, indudablemente no han hecho incapié más que en las pocas deficiencias que, como en toda casa nueva, hay en Valladolid. Y es tanto más de extrañar cuanto la mayor parte de los que se han dejado y han hecho más campaña en contra, son religiosos que han vivido siempre en misiones, donde no creemos que las cosas sean precisamente modelos de comodidad y elegancia.
Conclusión: Indudablemente que nunca llueve a gusto de todos y que al menos en nuestra Provincia hay un espíritu destructor y de crítica acerada y demoledora. No queremos nosotros decir que Valladolid sea la casa perfecta sin falta ninguna. Pero sí queremos afirmar que allí han faltado Padres dispuestos y emprendedores que se hayan enfrentado con las deficiencias para ir corrigiéndolas. Han encontrado más cómodo criticar a tontas y a locas y que todo se les dé hecho. Lo que para todos los entendidos es una obra grandiosa y digna, para ellos es una birria y una desgracia y un gasto poco menos que inútil o inútil del todo.
Cierto que son unos pocos los que así hablan y escriben y algunos de ellos sin haber visto siquiera la obra. Lo cual demuestra el grado de veracidad que tendrán sus apreciaciones.
Lo verdaderamente lamentable y que a toda costa se debe tratar de evitar en el futuro, es que esos señores se den aires de observantes y austeros, cuando toda su austeridad y observancia se reduce a cuatro cosas externas, sin que tengan ni pizca de caridad y de respeto, ni a los Superiores de la Provincia, que por lo menos tienen tanto interés como ellos en hacer las cosas bien y que no son chicos del arroyo sin experiencia.
La obra de Valladolid tendrá sus deficiencias. Como toda casa nueva, supondrá en los dos o tres primeros años muchos gastos. Pero a la larga será una gran economía para la Provincia, si se sabe y quiere llevar bien.
No estamos arrepentidos de haberla mandado construir y hoy la daríamos a construir a los mismos que la hicieron, aunque como es natural, corrigiendo aquello que la experiencia nos ha enseñado que debe corregirse.