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lucadiga
Llegue al colegio al segundo año del curso de Amable, Virgilio, Solis, Figuero Bartolomé etc . Llegué prácticamente de rebote pues el ingreso y el primer curso lo hice interno en los Salesianos del Paseo de Extremadura, de Madrid. Se empeñaron en que debía de repetir curso y mi padre se negó. Un buen día cayó por Garrovillas de Alconetar, localidad extremeña en la que vivímos, el Padre Santiago Gonzalez para visitar a las dominicas de la Anunciata que tenían colegio en esta localidad. Y mi padre vio las puertas abiertas para llevarme a este colegio, pues una hermana estaba en el noviciado de la Dominicas de la Anunciata en el Paseo de Zorrillo de Valladolid. Allí ingresé y pasé cuatro años, sin duda diría que los mejores de mi juventud. Mi chaladura era la música clásica. Estuve en el coro bajo la dirección del Padre Gil y recibí, junto a otros compañeros, clases de piano del profesor del conservatorio vallisoletano ya fallecido, Frechilla. Fui al noviciado en Ocaña, pero en el mes de enero salí porque aquello no era para mi. Pero los dominicos y el espíritu dominicano ha dejado profunda huella en mi corazón hasta el punto que los considero mi segunda familia. A partir de ese momento mi padre decidió que debía ir a Pamplona, donde tenia dos hermanos en la Universidad de Navarra, para terminar el bachillerato y hacer la carrera. Elegí periodismo y en ello estuve hasta el 2002 en que la empresa en la que trabajaba y, tras ocupar algunos cargos en distintas delegaciones de la Agencia EFE , decidieron aplicarme un Expediente de Regulación de empleo cuando tenia 57 años. Seguramente es otras de las buenas cosas que me han ocurrido en mi vida, pues eso me ha permitido viajar y conocer prácticamente toda América, excepto Usa y Canadá, China y Japón, ademas de Europa. Ahora vivo en mi pueblo dedicado a la lectura, a la buena música y sobre todo a la cocina. Y mantengo una excelente relación con el colegio por donde voy siempre que subo a ver a mis hijos o paso unos días en Navidad en una especie de retiro. En fin, que me alegra que se haya hecho esta pasagina y esta asociación a la que espero y deseo todo el éxito posible.
Hombre de 78 años
San Martin de Trevejo 10892 (Cáceres)
Desconectado
Nuevo
Fecha de registro: 12/12/2015
Llegue al colegio al segundo año del curso de Amable, Virgilio, Solis, Figuero Bartolomé etc . Llegué prácticamente de rebote pues el ingreso y el primer curso lo hice interno en los Salesianos del Paseo de Extremadura, de Madrid. Se empeñaron en que debía de repetir curso y mi padre se negó. Un buen día cayó por Garrovillas de Alconetar, localidad extremeña en la que vivímos, el Padre Santiago Gonzalez para visitar a las dominicas de la Anunciata que tenían colegio en esta localidad. Y mi padre vio las puertas abiertas para llevarme a este colegio, pues una hermana estaba en el noviciado de la Dominicas de la Anunciata en el Paseo de Zorrillo de Valladolid. Allí ingresé y pasé cuatro años, sin duda diría que los mejores de mi juventud. Mi chaladura era la música clásica. Estuve en el coro bajo la dirección del Padre Gil y recibí, junto a otros compañeros, clases de piano del profesor del conservatorio vallisoletano ya fallecido, Frechilla. Fui al noviciado en Ocaña, pero en el mes de enero salí porque aquello no era para mi. Pero los dominicos y el espíritu dominicano ha dejado profunda huella en mi corazón hasta el punto que los considero mi segunda familia. A partir de ese momento mi padre decidió que debía ir a Pamplona, donde tenia dos hermanos en la Universidad de Navarra, para terminar el bachillerato y hacer la carrera. Elegí periodismo y en ello estuve hasta el 2002 en que la empresa en la que trabajaba y, tras ocupar algunos cargos en distintas delegaciones de la Agencia EFE , decidieron aplicarme un Expediente de Regulación de empleo cuando tenia 57 años. Seguramente es otras de las buenas cosas que me han ocurrido en mi vida, pues eso me ha permitido viajar y conocer prácticamente toda América, excepto Usa y Canadá, China y Japón, ademas de Europa. Ahora vivo en mi pueblo dedicado a la lectura, a la buena música y sobre todo a la cocina. Y mantengo una excelente relación con el colegio por donde voy siempre que subo a ver a mis hijos o paso unos días en Navidad en una especie de retiro. En fin, que me alegra que se haya hecho esta pasagina y esta asociación a la que espero y deseo todo el éxito posible.
